domingo, 13 de noviembre de 2016

Relaciones Interpersonales en sus diferentes contextos


El ser humano como ser social, necesita relacionarse con los demás, para establecer vínculos y aptitudes competitivas que le permitan crecer a sí mismo con el propósito de ser aceptado y desenvolverse dentro de un rol social, dando a conocer un conjunto de actitudes y conocimientos útiles para la sociedad. Es ahí donde la relaciones interpersonales con los demás influye de gran manera en el sostenimiento o debilitamiento de esta misma.

       Las relaciones interpersonales juegan un papel fundamental en el desarrollo integral de las personas. A través de ellas, el individuo obtiene importantes refuerzos sociales del entorno más inmediato, lo que favorece su adaptación e integración al mismo.

Pueden basarse en emociones y sentimientos, como el amor y el gusto artístico, el interés por los negocios y por las actividades sociales, las interacciones y formas colaborativas en el hogar, entre otros. Las relaciones interpersonales tienen lugar en una gran variedad de contextos, como la familia, los grupos de amigos, el matrimonio, las amistades, los entornos laborales, los clubes sociales y deportivos, los entornos barriales, las comunidades religiosas, entre otros. Las relaciones interpersonales pueden ser reguladas por ley, por costumbre o por acuerdo mutuo, y son una base o un entramado fundamental de los grupos sociales y de la sociedad en su conjunto.

Relaciones Interpersonales en el Trabajo

Tomando en cuenta la influencia en la vida del hombre como ser sociable desde el inicio de su vida, las relaciones interpersonales constituyen un factor crítico dentro del aspecto laboral. Aunque la calidad de las relaciones interpersonales en sí no basta para incrementar la productividad en cuanto al aspecto laboral se refiere, si pueden contribuir significativamente al rendimiento por parte del personal obrero.

Hoy día en las empresas buscan mantener las relaciones interpersonales y un clima laboral en buenas condiciones, y las personas que carecen de estas cualidades no serán productivas en las ellas, además que todo gerente busca mantener personas de excelentes rendimientos para alcanzar objetivos o metas planificadas de corto, mediano y largo plazo; esos valores adquiridos son de muchas ayudas y darlos a conocer es la mejor opción, hacia las personas que hacen parte de un entorno laboral, ya que permite mantener buena comunicación y dar solución a malos entendidos casuales, Facilitando a contribuir de manera eficiente hacia la competitividad y productividad de la empresa.

Los valores que poseemos como personas desde nuestra infancia es el principal punto para crecer y darnos a conocer como personas, además de eso nos permite relacionarnos de la manera más efectiva cuando estemos o no en un ámbito laboral, cabe resaltar que muchos puntos que son esenciales y tocados dentro de las relaciones interpersonales influida en las empresas, porque aprendemos a valorar a respetar y brindar muchos conocimientos ante las demás personas, pero nuestro compromiso siempre será ser eficientes, efectivos y productivos en los diferentes roles que nos encontremos. Para gozar de una mayor satisfacción generada por el cumplimiento de nuestras responsabilidades como personas y ser aceptado por los demás, estando con armonía.

Cada día que pasa podemos cultivar buenas relaciones interpersonales hacia las demás personas manteniendo continuamente una excelente comunicación efectiva y aprendiendo de cada una de ellas, y seremos punto de objetivo al momento de definirnos como somos como personas. Con el respeto y siendo prudente hacia los demás ayuda a mejorar las relaciones. En si solo nuestra personalidad y nuestros conjuntos de valores son los que definirán la forma de interactuar con los demás.

Haciendo un poco énfasis al autor (Mayo. 1972) dice que “la teoría de las relaciones humanas o interpersonales, habla sobre crear las condiciones ambientales adecuadas para que el trabajador pueda adaptarse de la mejor manera al trabajo y que a su vez el trabajo se adapte al trabajador,”

Relaciones Interpersonales en el Aprendizaje

La educación es un proceso de relación, ya que implica la transmisión de conocimientos y de valores entre las personas, por ello el tema de las relaciones interpersonales en la escuela ha sido uno de los que ha ocupado mayor atención en el campo de la psicología de la educación y de la psicología social, ya que los resultados dependerán de estas relaciones y de las características de la interacción entre quien enseña y quien aprende.

La bondad o no de las relaciones interpersonales en la educación depende de muchos factores que podemos aglutinar en tres grandes variables: el contexto en el que se desarrollan, la conducta relacional de los participantes y la diferente concepción que en cada etapa se  ha tenido de la educación.

El aula es el contexto donde se lleva a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje, es un escenario interactivo en el que el maestro y alumno ejercen su actividad, teniendo como objetivo los mismos fines y la dinámica social que se produce en el aula como resultado de la interacción origina una serie de características determinantes del aprendizaje que depende de la estructura de participación, fundamentalmente del alumno y de la estructura académica y su organización.

Maestros y alumnos se ven inmersos en un rico contexto psicológico y social, del que los participantes, los fines que se proponen y el modo en el que se interpretan la situación interactiva que se produce, deriva de la relación entre los factores físicos, sociales y psicológicos que están presentes.

Así pues, el aprendizaje en el aula se configura como un proceso intrínsecamente mediado y al mismo tiempo constructivo, cultural y comunicativo, resultado de un entramado de relaciones y pautas de interacción personal que  por ello permite la configuración de un espacio comunicativo ajustado a una serie de reglas que facilitan la comunicación la consecución de los objetivos.

En este mismo contexto, debemos considerar de igual forma la relevación con respecto a la conducta del profesor eficaz en el aula, el cual es el encargado más directo e inmediato de apoyar promover el aprendizaje de los alumnos. Desde los primeros pasos de la psicología de la educación se han dado distintos puntos de vista sobre cómo debe actuar el educador en el aula, así, unas veces se le ha considerado como el encargado de repartir o suministrar conocimientos, mientras que actualmente se le ve, sobre todo, como un mediador en la construcción de significados que el aprendiz debe llevar a cabo.

Se considera competente y eficaz al profesor que consigue que sus alumnos alcancen los objetivos educativos, aunque esta eficacia depende del marco conceptual en el que nos situemos.

Relaciones Interpersonales en la Comunidad

Los seres humanos somos seres con una intensa motivación por la afiliación, la necesidad de estar con otras personas es uno de los elementos que más nos definen. Podemos situarla incluso con satisfacciones biológicas como la satisfacción del hambre o de la sed.

La necesidad de estar en presencia física de otros individuos, se trata de la primera motivación social que tenemos. Es el simple hecho que nos tranquiliza, nos facilita afrontar situaciones emocionales intensas, situaciones estresantes.

El estar con otras personas nos resulta placentero, nos resulta motivador disgustándonos de especial manera lo contrario como es la soledad, el aislamiento, el anonimato.

El grueso de nuestra existencia hemos pasado de vivir en comunidades reducidas nos ha llevado a algún que otro problema a saltar a comunidades más amplias. Nuestros antepasados vivían en grupos pequeños no superando los ciento cincuenta individuos. Así que las personas han vivido durante el grueso de su vida rodeadas de muy pocas personas mientras que ahora en las metrópolis urbanas a las que no conocemos, a los que no tenemos ocasión de interactuar, es más, a las que ni siquiera miramos cuando nos cruzamos por la calle.

Nuestros antepasados vivían en un contexto donde la pertenencia a una comunidad era muy intensa y sin embargo vivimos en un momento en el que lo importante es la pertenencia en muchas ocasiones a elementos simbólicos, como a una bandera, a un grupo, a una ideología…

Hemos vivido en sociedades donde el número de parejas potenciales que podía tener a lo largo de su vida era de una o dos personas y sin embargo por el fenómeno de la globalización de las comunicaciones se ha acrecentado incluso a miles.

Con anterioridad la transmisión de peligro era una transmisión oral mientras que ahora es a través de los medios de comunicación. Ahora las alarmas sociales son continuas por lo que no es de extrañar que hayamos desarrollado ciertas corazas siendo mucho de los problemas que tenemos de procurar establecer relaciones con otros.

Los seres humanos tienen adaptaciones para vivir en grupo, siendo éste la clave de su supervivencia, la clave de sus estrategias de resolución de los problemas de supervivencia y de reproducción. Así que las acciones sociales son recursos absolutamente esenciales para afrontar los distintos problemas, las diferentes demandas ambientales a las que nos vemos sometidos. De tal modo que el aislamiento social, el anonimato son situaciones que incrementan de forma drástica los problemas de malestar individual, de malestar social y de alteraciones en la salud incrementándose las enfermedades.

Relaciones Interpersonales en la Familia

Desde una perspectiva social sistémica, la familia puede considerarse, de forma poco comprometida  eludiendo los aspectos de la dinámica emocional, como un sistema de relaciones interdependientes (Schaie y Willis, 1991). Cada miembro juega un rol específico en el sistema y el resto de miembros dependen del hecho de que cada uno juegue su papel. Los niños y los ancianos de más edad dependen de sus familiares para cubrir sus necesidades básicas (protección, desplazamiento, comida, etc.). Desde esta perspectiva, la historia de la vida de las personas, desde el punto de vista familiar, consistiría en la pertenencia a diferentes sistemas de interdependencia en función de los roles que nos toca desempeñar según las diferentes edades.

Las relaciones sociales cambian a lo largo de la vida volviéndose más intimas y centrándose en el ambiente familiar. Es decir, la red social a que se había pertenecido cuando se es joven se rompe a partir del matrimonio. La modificación supone, por lo general, que a lo largo de la madurez la familia se convierte, en el núcleo fundamental de relación social, si bien el trabajo o las relaciones extrafamiliares son todavía importantes. Finalmente, hacia la última etapa de la vida, el anciano se relaciona fundamentalmente con su grupo familiar.
El diálogo es un elemento fundamental en las relaciones interpersonales, cuando es auténtico, abierto y sincero nos lleva a la comunicación.

Cuando en una familia hay comunicación se crea un ambiente positivo, libre de tensiones y sobre todo de afecto y de unión. Los adultos debemos introducir costumbres, valores y formas de comportamiento para crear situaciones constructivas y de crecimiento personal en la familia.

 No hay recetas para establecer un ambiente de comunicación, pero existen pautas lógicas como son la voluntad, el interés y la disponibilidad tanto de padres como de hijos. Las habilidades de la relación interpersonal son una serie de comportamientos que adquiere una persona para interactuar y relacionarse con otros de manera efectiva y satisfactoria.

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