domingo, 13 de noviembre de 2016

Las Relaciones Interpersonales son una Necesidad Básica.



        El hombre es una especie gregaria, que vive en grupos y que en situaciones normales está involucrado en una gran cantidad de relaciones interpersonales. Filogenéticamente el vivir en grupo es una de las características que le han hecho exitoso como especie, permitiéndole subsistir y seguir desarrollándose. La cultura, las civilizaciones, el desarrollo del conocimiento y el desarrollo tecnológico no serían posible si el hombre no viviera en grupos.

Ahora bien, enfocándonos en los logros de la especie humana resulta concerniente el abordar inicialmente dos de ellos, los cuales son, la inteligencia y la cultura.

Ambos han sido conseguidos en parte, gracias al lenguaje y la comunicación entre personas. La importancia de la misma, dentro de las relaciones interpersonales es muy elevada, ya que permite la interacción entre los individuos de un determinado colectivo. Para nuestro conocimiento, lo importante de la comunicación son sus elementos (emisor, código, canal, receptor, feed-back), ya que la ausencia de uno de ellos causaría la no emisión o la no comprensión del mensaje entre los individuos.

Todo esto, posible gracias a diversos factores como:

     -       Bipedestación --- Liberación de extremidades superiores.
     -       Lenguaje.
     -       Gregarismo --- Cultura.

     Más allá que el vivir en grupo sea una ventaja evolutiva, el hombre como individuo necesita desde el principio relaciones interpersonales. La mayoría de las alegrías y las penas de los humanos, dependen de las mismas. 

Otra de las características que distinguen al ser humano frente a cualquier otro animal es que la vida afectiva influye en las relaciones interpersonales. El ser humano tiene emociones y sentimientos y esta vida afectiva influye decisivamente en el comportamiento y en funcionamiento cognitivo. Gran parte de nuestro comportamiento está influenciado por nuestras motivaciones y deseos, por lo que la motivación es una gran fuerza que nos empuja a hacer algo. El deseo es otro de los motores de nuestras conductas y funcionamiento cognitivo.

Los temores y expectativas son expresiones de nuestro deseo en el pensamiento espontáneo. La expectativa no es más que el reflejo de la esperanza de que el deseo se va a cumplir. El temor sin embargo, es el resultado de la preocupación de que el deseo no se cumpla. Por lo tanto, en el pensamiento espontáneo observamos la representación de nuestros deseos. El incumplimiento de las expectativas se transforma en frustraciones y su sentimiento en tristeza.


1. Necesidades Básicas

Entre las necesidades básicas del ser humano cabe destacar:
      -       Necesidades Fisiológicas: respirar, comer, beber, dormir.
   -  Necesidades Afectivas: necesidad del contacto físico, necesidad de intimidad y necesidad de pertenencia al grupo.

Las necesidades afectivas han de satisfacerse desde el comienzo de la vida. Si no se cubren, puede haber consecuencias negativas para el individuo. Cuanto antes sea el déficit en el curso de la vida, mayor es el efecto del mismo sobre la persona. El efecto es afectivo y repercute en la personalidad. No obstante, en los niños pequeños puede costarles la vida.

1.1  Necesidades Afectivas

Si bien es cierto, como se ha expresado anteriormente, las necesidades afectivas son tres: necesidad de contacto físico, necesidad de intimidad y necesidad de pertenencia al grupo. No satisfacer esas necesidades genera enfermedad mental y aislamiento.

1.1.1.   Necesidad de Contacto Físico

Un niño pequeño satisface las necesidades de contacto físico con las caricias y abrazos de sus padres y familiares. Si no se trata de familias especiales, es raro que el niño tengo carencia de las mismas. Si los profesionales de la salud observásemos situaciones de carencia convendría intervenir, puesto que se trata de un alimento tan importante para el bebé como la leche.
     
Ahora bien, a medida que crecemos, la necesidad de contacto físico pierde peso, pero nunca pierde importancia. Ser tocados es una de las sensaciones más necesarias que tenemos, y a menudo, algo descuidado en el cuidado de algunos enfermo (por ejemplo, ancianos).

Si bien es cierto, todos necesitamos del contacto físico, sobre todo cuando sufrimos indefensión. Es una sensación muy habitual en niños, ancianos y en los enfermos o aquellos que sufren alguna violencia. En nuestra sociedad actual, es frecuente ver en esa situación a ancianos y a adultos aislados.

1.1.2  Necesidad de Intimidad

Las relaciones íntimas, son fuente importante de apoyo, nos ayudan mucho y nos dan seguridad. Gracias a ellas, no nos sentimos solos. Los niños tienen relaciones íntimas fundamentalmente dentro de la familia; primero, tienen una relación muy intima con la madre, y/o con el cuidado cuidador principal. Esta primera relación es una de las más importantes de nuestra vida. Puesto que se trata de la primera relación, modela al niño, le enseña una forma de relación, un estilo de relación, en sí, le brinda la seguridad que necesita. Esta primera relación es fundamental puesto que es modelo de relaciones íntimas posteriores.

        En otro aspecto, en lo que a la edad adulta se refiere, la relación íntima por excelencia la constituye la pareja. No obstante, no es la única, los buenos amigos también constituyen relaciones íntimas.

En las ciudades cada vez hay más gente sola, sin apenas establecer estas relaciones. Por lo visto, las ciudades se inventaron para no tener miedo y estar acompañados, y pues, hoy en día, cada vez hay más gente asustada y sola en las ciudades.

1.1.3 Necesidad de pertenencia a grupo

En este aspecto, debemos saber que, la familia es el primer grupo en la vida de las personas y uno de los grupos hacia los que mayor pertenencia se desarrolla. Puesto que es el primer grupo de nuestra vida, tienen mucha influencia en la forma de relacionarnos. Es en el seno de la misma donde adquirimos el primer sol en ese teatro que es la vida. El rol adquirido, el estilo de comunicación aprendido allí, el estilo de relación aprendido allí, en definitiva, las habilidades relacionales desarrolladas en nuestra familia, son repetidas en el seno de los nuevos grupos a los cuales nos incorporamos. ¿Por qué?, porque eso es lo primero que hemos aprendido y además, porque el individuo tiende a hacer lo que sabe o las experiencias que ha adquirido a través del aprendizaje.

La pertenencia a grupo es fundamental desde la infancia, puesto que nos da identidad (identidad social). Primero somos de nuestra familia, luego de un grupo de amigos, y luego, de varios grupos.

El sentimiento de pertenencia a grupo es muy importante a lo largo de toda la vida. Ser miembro de un grupo nos da seguridad. Además, es fuente importante de apoyo. Se ha visto que las personas con más apoyo social viven mejor, son más felices, se enfrentan mejor a los retos y de la misma manera, evolucionan mejor cuando están enfermos. El no pertenecer a un grupo social, supone aislamiento social.

El grupo cobra gran protagonismo en la adolescencia. El principal reto del adolescente es el construir su identidad. En ese gran reto, el grupo le da la identidad. El adolescente busca su identidad, no la de la casa. Ahí, el grupo le presta gran ayuda. El soltarse de casa la requiere. Al adolescente el grupo le proporciona esa ayuda necesaria.

Ser miembro de un grupo proporciona gran apoyo. No obstante, el grupo también exige. Por eso hay conflictos entre los mismos, como miembros de un grupo, estamos supeditados a las relaciones con otros grupos mantiene nuestro mismo grupo.

1.1.4 Necesidades afectivas y relaciones a lo largo del ciclo vital

Como bien sabemos, la primera relación de nuestra vida se da con la madre (o con el cuidador principal). Desde algunos puntos de vista se trata de una relación intima y exclusiva. Aunque no sea exclusiva, es cierto que la relación que se establece entre el bebe y el cuidador principal es especial. Hasta estos momentos esta figura de cuidador principal era la de la madre. Es posible que se dé esta relación con varias personas, pero la relación siempre es a dos: el bebé con otro.

Cabe destacar también, que el infante no se encuentra capacitado cognitivamente para reconocer al cuidador principal sólo hasta los seis meses. Mientras que se le satisfagan adecuadamente las necesidades, el niño no tiene preferencias para unas u otras personas. Sin embargo, conviene que siempre sean las mismas personas: a los niños las rutinas les vienen muy bien los cuidados proporcionados por diferentes personas, son distintos.

Esa primera relación será trascendental en la vida del niño; repercutirá en su personalidad. Aprenderá un estilo de relación, se constituirá una forma de apego, y eso marcará la personalidad.

Ahora bien, después de esa relación de a dos, se pasará a otra de a tres o más (padres, hermanos…). El niño aprenderá a vivir en grupo. Puesto que el primer grupo es la familia, aprenderá en el mismo, el estilo de relación y de igual forma, el estilo de comunicación, identifica el rol que va a jugar. De esta manera, al incluirse en otros grupos, desarrollará el rol aprendido, y establecerá las relaciones como ha aprendido. Se sentirá más cómodo en los grupos que funcionen como el único grupo que conoce, su familia.

Al salir de la familia, el reto del joven adulto consiste en abrir relaciones íntimas fuera del hogar.  Según Erikson, si el joven no lo consigue, caerá en el aislamiento. La pareja y los amigos son las relaciones íntimas del adulto. Se pierde la intimidad del hogar (no del todo) y se abre una nueva relación intima con miembros fuera del hogar.

Para finalizar este término, es resaltante señalar desde el punto de vista de la Teoría del Desarrollo Psicosocial ideada por Erik Erikson a partir de la reinterpretación de las fases psicosexuales desarrolladas por Sigmund Freud  cuáles son las personas importantes en los diferentes momentos de la vida:

      1er año: madre o cuidador principal.
      2-3 años: padres.
      3-6 años: familiares.
      7-12 años: familiares, vecinos, compañeros de escuela.
      12-18 años: pares.
      18-30 años: pareja, amigos.
      30-50 años: familia, compañeros de trabajo, amigos.
      >50 años: familia, amigos.

Las Relaciones Interpersonales determinan nuestra personalidad y viceversa.

En el primer tercio de la vida, el individuo va desarrollando su forma de ser y de relacionarse a través de las relaciones que el mismo establece, las cuales, además de satisfacer sus necesidades van determinando una forma de ser.

Es muy importante tener en cuenta:
·  Los primeros años se realizan generalmente con los padres, los cuales, no cambian mucho durante esos años. Por lo tanto, el ambiente familiar es bastante estable.
·   La primera relación se establece con la madre o cuidador. En esa primera relación, la madre es el molde, y aunque habrá una adaptación mutua, el niño está sin conformar, mientras que la madre ya es de una manera, la misma, establecerá la relación como es habitual en ella y es fundamentalmente el niño el que se adecuará. Además, el niño intentará responder a las expectativas de la madre.
·     A partir de ahí, las relaciones que establecerá en el hogar serán del tipo que se establecen en esa familia, con todas sus características. Intentará satisfacer las expectativas de sus padres. Hasta cierto punto, hará lo que se espera de él.

Las relaciones que tenga harán que sea de determinada manera. Establecerá un tipo de relaciones, y estas, influirán en su personalidad. Desde el punto de vista psicoanalítico la personalidad se mantiene porque hay una compulsión a la repetición. La personalidad establecida en la infancia, tendería a mantenerse porque la repetiríamos una y otra vez. Al establecer relaciones fuera de la casa, elegimos las que mantienen nuestra forma de ser (por sentirnos más cómodos, por ser conocido). Por eso, es difícil el cambio. Para cambiar, tendremos que establecer relaciones que no refuercen nuestra personalidad. Entonces, esas nuevas relaciones, producirán un cambio en nuestra personalidad.

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 No es casualidad que la mayoría de las relaciones que tenemos sean parecidas. Hemos aprendido a relacionarnos de una manera. Al establecer nuevas relaciones, lo hacemos como lo hemos aprendido. Si nos encontramos cómodos, se refuerza nuestra forma habitual de hacer relaciones y por tanto se mantiene. Si nos encontramos incómodos en la nueva relación, nuestra forma habitual de relacionarnos no ha funcionado. Entonces pueden suceder dos cosas: o cambio o acabo de esa relación. 

        Generalmente se acaba con esa relación. Por eso, tenemos la tendencia a seguir como siempre. Tendemos a seguir como conocemos, porque entre otras cosas, tememos lo desconocido.

Supongamos, si una persona es dominante, tenderá a ser dominante en las relaciones que establece. Si la otra persona es sumisa, la relación puede funcionar, puesto que los dos han encontrado lo que necesitan. Pero al contrario, si la otra persona fuese también dominante, sería difícil mantener esa relación.

Para que las relaciones se mantengan es conveniente:
            -       Semejanzas en costumbres, ideología, creencias…
            -          Complementariedad de caracteres.
            -         Cercanía física.

   Por ende, nuestra personalidad está determinada por las relaciones que hemos mantenido, y sólo puede cambiarse en las relaciones. 


Los Procesos Cognitivos influyen en nuestras Relaciones Interpersonales.

Dentro del complejo mundo del proceso cognitivo, encontramos que sus aspectos fundamentales son la capacidad de relacionar y las representaciones. Y ello, especialmente debido a la prevalencia que tienen en la acción humana. En efecto, nada de lo que hacemos es independiente del proceso cognitivo, sea o no sea captado por la conciencia del individuo. Puesto que muchos de estos procesos se dan más allá de ella. 

El proceso cognitivo se tienda a relacionar a una infinidad de elementos. Y así una experiencia actual, por ejemplo, nos recuerda una anterior que tiene algo que nos permite establecer la relación. Enfrentamos al mundo lo comprendemos en la medida en que los elementos informativos que captamos en el momento se relacionan con otros. El ejemplo más simple es el de reconocer, como sucede cuando vemos a una persona y sabemos quién es ella y lo que significa para nosotros. En efecto, nada tiene sentido para nosotros a no ser que lo asociemos a la información que hemos acumulado a través de nuestra experiencia vital. Y en cuanto a la vida social, toda nuestra acción deriva de las relaciones que establecemos entre lo que sucede en el momento y otros hechos ocurridos en el pasado, incluyendo la información proporcionada por otros.

           Igualmente, el proceso cognitivo es determinante en las situaciones de maltrato, porque la convicción de los recursos frente a ellas da origen al síndrome de emergencia. Es decir, la evaluación de las situaciones está dada por la representación que se tenga de ellas y por la respectiva significación que asumen, y como consecuencia el individuo reacciona de una u otra forma. Lo que se constata también dentro de las relaciones interpersonales.

Los conductistas defendían que nuestra conducta se puede explicar por una historia de refuerzos y castigos acumulados en nuestra vida. Somos como somos, porque a lo largo de nuestra vida se nos ha premiado el ser de esa manera. Nuestra conducta no es más que la respuesta a un estimulo al que hemos aprendido a responder.

Los neoconductistas, defendían que la conducta de los humanos no podía explicarse de una manera tan simple. Que entre el estimulo y la respuesta que damos, están todos los procesos cognitivos que ponemos en marcha.

El estímulo es percibido por el sujeto, y cada sujeto lo percibe desde su manera de entender el mundo. Ha aprendido a interpretar de una manera y todos no lo interpretamos igual dependiendo de lo que hemos vivido. Percibimos, explicamos, atribuidos… dependiendo de cómo lo hemos aprendido a hacer.

Desde el punto de vista conductista, los estímulos y refuerzos explicarían las relaciones. Si me compensa, tenderé a mantener la relación. No obstante, ya sabemos, que en las relaciones tanto como la realidad influyen las expectativas.


Funciones Cognitivas

Entre las funciones cognitivas vamos a distinguir:
     -       Memoria.
     -       Percepción.
     -       Pensamiento.

La memoria es el proceso cognitivo por el que almacenamos información y la recuperamos. Hay varios modelos explicativos de la memoria. El modelo multi-almacén distingue tres tipos de memoria:
      -              Memoria sensorial: almacén que guarda por unos pocos instantes gran cantidad de información procedente de los sentidos.
       -             Memoria a corto plazo: es la memoria de trabajo, la conciencia.
     -      Memoria a largo plazo: en ella, se guarda gran cantidad de información durante mucho tiempo. Sería como el disco duro del ordenador.

La percepción es el proceso cognitivo mediante el cual interpretamos lo que entra por nuestros sentidos. Tratamos de ajustar lo que entra a través de nuestros sentidos a lo que tenemos almacenado en la memoria. Intentamos entender el mundo que nos rodeo desde lo que observamos a simple vista o lo que conocemos.

El pensamiento es el flujo de ideas que a modo de grifo baña nuestra conciencia. Se distinguen dos tipos de pensamientos:
-     Pensamiento espontáneo.
-     Pensamiento dirigido.

El pensamiento espontaneo consiste en ese flujo de ideas continuo que acontece en nuestra conciencia. Es lo que pensamos cuando no pensamos.

Sin embargo, a veces utilizamos nuestro pensamiento de forma dirigida y con el objeto de sacar unas conclusiones. Nos representamos el mundo en nuestra mente y tratamos de hallar explicaciones a lo que sucede, de prevenir situaciones o de anticiparnos a problemas con soluciones concretas. Esta forma de pensamiento se denomina pensamiento dirigido. El individuo piensa de forma lógica y abstracta. Piensa con conceptos abstractos y de forma lógica. Esta forma de pensamiento, el pensamiento inteligente, es un logro del hombre como especie, y un logro de todos los individuos.

Al mismo tiempo, las funciones cognitivas influyen en la vida afectivas. Según lo que percibamos, según como interpretamos lo sucedido, según que atribuciones hagamos, tendremos diferentes emociones y sentimientos. Por lo tanto, el funcionamiento cognitivo influye en la vida afectiva. 

Relaciones Interpersonales en sus diferentes contextos


El ser humano como ser social, necesita relacionarse con los demás, para establecer vínculos y aptitudes competitivas que le permitan crecer a sí mismo con el propósito de ser aceptado y desenvolverse dentro de un rol social, dando a conocer un conjunto de actitudes y conocimientos útiles para la sociedad. Es ahí donde la relaciones interpersonales con los demás influye de gran manera en el sostenimiento o debilitamiento de esta misma.

       Las relaciones interpersonales juegan un papel fundamental en el desarrollo integral de las personas. A través de ellas, el individuo obtiene importantes refuerzos sociales del entorno más inmediato, lo que favorece su adaptación e integración al mismo.

Pueden basarse en emociones y sentimientos, como el amor y el gusto artístico, el interés por los negocios y por las actividades sociales, las interacciones y formas colaborativas en el hogar, entre otros. Las relaciones interpersonales tienen lugar en una gran variedad de contextos, como la familia, los grupos de amigos, el matrimonio, las amistades, los entornos laborales, los clubes sociales y deportivos, los entornos barriales, las comunidades religiosas, entre otros. Las relaciones interpersonales pueden ser reguladas por ley, por costumbre o por acuerdo mutuo, y son una base o un entramado fundamental de los grupos sociales y de la sociedad en su conjunto.

Relaciones Interpersonales en el Trabajo

Tomando en cuenta la influencia en la vida del hombre como ser sociable desde el inicio de su vida, las relaciones interpersonales constituyen un factor crítico dentro del aspecto laboral. Aunque la calidad de las relaciones interpersonales en sí no basta para incrementar la productividad en cuanto al aspecto laboral se refiere, si pueden contribuir significativamente al rendimiento por parte del personal obrero.

Hoy día en las empresas buscan mantener las relaciones interpersonales y un clima laboral en buenas condiciones, y las personas que carecen de estas cualidades no serán productivas en las ellas, además que todo gerente busca mantener personas de excelentes rendimientos para alcanzar objetivos o metas planificadas de corto, mediano y largo plazo; esos valores adquiridos son de muchas ayudas y darlos a conocer es la mejor opción, hacia las personas que hacen parte de un entorno laboral, ya que permite mantener buena comunicación y dar solución a malos entendidos casuales, Facilitando a contribuir de manera eficiente hacia la competitividad y productividad de la empresa.

Los valores que poseemos como personas desde nuestra infancia es el principal punto para crecer y darnos a conocer como personas, además de eso nos permite relacionarnos de la manera más efectiva cuando estemos o no en un ámbito laboral, cabe resaltar que muchos puntos que son esenciales y tocados dentro de las relaciones interpersonales influida en las empresas, porque aprendemos a valorar a respetar y brindar muchos conocimientos ante las demás personas, pero nuestro compromiso siempre será ser eficientes, efectivos y productivos en los diferentes roles que nos encontremos. Para gozar de una mayor satisfacción generada por el cumplimiento de nuestras responsabilidades como personas y ser aceptado por los demás, estando con armonía.

Cada día que pasa podemos cultivar buenas relaciones interpersonales hacia las demás personas manteniendo continuamente una excelente comunicación efectiva y aprendiendo de cada una de ellas, y seremos punto de objetivo al momento de definirnos como somos como personas. Con el respeto y siendo prudente hacia los demás ayuda a mejorar las relaciones. En si solo nuestra personalidad y nuestros conjuntos de valores son los que definirán la forma de interactuar con los demás.

Haciendo un poco énfasis al autor (Mayo. 1972) dice que “la teoría de las relaciones humanas o interpersonales, habla sobre crear las condiciones ambientales adecuadas para que el trabajador pueda adaptarse de la mejor manera al trabajo y que a su vez el trabajo se adapte al trabajador,”

Relaciones Interpersonales en el Aprendizaje

La educación es un proceso de relación, ya que implica la transmisión de conocimientos y de valores entre las personas, por ello el tema de las relaciones interpersonales en la escuela ha sido uno de los que ha ocupado mayor atención en el campo de la psicología de la educación y de la psicología social, ya que los resultados dependerán de estas relaciones y de las características de la interacción entre quien enseña y quien aprende.

La bondad o no de las relaciones interpersonales en la educación depende de muchos factores que podemos aglutinar en tres grandes variables: el contexto en el que se desarrollan, la conducta relacional de los participantes y la diferente concepción que en cada etapa se  ha tenido de la educación.

El aula es el contexto donde se lleva a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje, es un escenario interactivo en el que el maestro y alumno ejercen su actividad, teniendo como objetivo los mismos fines y la dinámica social que se produce en el aula como resultado de la interacción origina una serie de características determinantes del aprendizaje que depende de la estructura de participación, fundamentalmente del alumno y de la estructura académica y su organización.

Maestros y alumnos se ven inmersos en un rico contexto psicológico y social, del que los participantes, los fines que se proponen y el modo en el que se interpretan la situación interactiva que se produce, deriva de la relación entre los factores físicos, sociales y psicológicos que están presentes.

Así pues, el aprendizaje en el aula se configura como un proceso intrínsecamente mediado y al mismo tiempo constructivo, cultural y comunicativo, resultado de un entramado de relaciones y pautas de interacción personal que  por ello permite la configuración de un espacio comunicativo ajustado a una serie de reglas que facilitan la comunicación la consecución de los objetivos.

En este mismo contexto, debemos considerar de igual forma la relevación con respecto a la conducta del profesor eficaz en el aula, el cual es el encargado más directo e inmediato de apoyar promover el aprendizaje de los alumnos. Desde los primeros pasos de la psicología de la educación se han dado distintos puntos de vista sobre cómo debe actuar el educador en el aula, así, unas veces se le ha considerado como el encargado de repartir o suministrar conocimientos, mientras que actualmente se le ve, sobre todo, como un mediador en la construcción de significados que el aprendiz debe llevar a cabo.

Se considera competente y eficaz al profesor que consigue que sus alumnos alcancen los objetivos educativos, aunque esta eficacia depende del marco conceptual en el que nos situemos.

Relaciones Interpersonales en la Comunidad

Los seres humanos somos seres con una intensa motivación por la afiliación, la necesidad de estar con otras personas es uno de los elementos que más nos definen. Podemos situarla incluso con satisfacciones biológicas como la satisfacción del hambre o de la sed.

La necesidad de estar en presencia física de otros individuos, se trata de la primera motivación social que tenemos. Es el simple hecho que nos tranquiliza, nos facilita afrontar situaciones emocionales intensas, situaciones estresantes.

El estar con otras personas nos resulta placentero, nos resulta motivador disgustándonos de especial manera lo contrario como es la soledad, el aislamiento, el anonimato.

El grueso de nuestra existencia hemos pasado de vivir en comunidades reducidas nos ha llevado a algún que otro problema a saltar a comunidades más amplias. Nuestros antepasados vivían en grupos pequeños no superando los ciento cincuenta individuos. Así que las personas han vivido durante el grueso de su vida rodeadas de muy pocas personas mientras que ahora en las metrópolis urbanas a las que no conocemos, a los que no tenemos ocasión de interactuar, es más, a las que ni siquiera miramos cuando nos cruzamos por la calle.

Nuestros antepasados vivían en un contexto donde la pertenencia a una comunidad era muy intensa y sin embargo vivimos en un momento en el que lo importante es la pertenencia en muchas ocasiones a elementos simbólicos, como a una bandera, a un grupo, a una ideología…

Hemos vivido en sociedades donde el número de parejas potenciales que podía tener a lo largo de su vida era de una o dos personas y sin embargo por el fenómeno de la globalización de las comunicaciones se ha acrecentado incluso a miles.

Con anterioridad la transmisión de peligro era una transmisión oral mientras que ahora es a través de los medios de comunicación. Ahora las alarmas sociales son continuas por lo que no es de extrañar que hayamos desarrollado ciertas corazas siendo mucho de los problemas que tenemos de procurar establecer relaciones con otros.

Los seres humanos tienen adaptaciones para vivir en grupo, siendo éste la clave de su supervivencia, la clave de sus estrategias de resolución de los problemas de supervivencia y de reproducción. Así que las acciones sociales son recursos absolutamente esenciales para afrontar los distintos problemas, las diferentes demandas ambientales a las que nos vemos sometidos. De tal modo que el aislamiento social, el anonimato son situaciones que incrementan de forma drástica los problemas de malestar individual, de malestar social y de alteraciones en la salud incrementándose las enfermedades.

Relaciones Interpersonales en la Familia

Desde una perspectiva social sistémica, la familia puede considerarse, de forma poco comprometida  eludiendo los aspectos de la dinámica emocional, como un sistema de relaciones interdependientes (Schaie y Willis, 1991). Cada miembro juega un rol específico en el sistema y el resto de miembros dependen del hecho de que cada uno juegue su papel. Los niños y los ancianos de más edad dependen de sus familiares para cubrir sus necesidades básicas (protección, desplazamiento, comida, etc.). Desde esta perspectiva, la historia de la vida de las personas, desde el punto de vista familiar, consistiría en la pertenencia a diferentes sistemas de interdependencia en función de los roles que nos toca desempeñar según las diferentes edades.

Las relaciones sociales cambian a lo largo de la vida volviéndose más intimas y centrándose en el ambiente familiar. Es decir, la red social a que se había pertenecido cuando se es joven se rompe a partir del matrimonio. La modificación supone, por lo general, que a lo largo de la madurez la familia se convierte, en el núcleo fundamental de relación social, si bien el trabajo o las relaciones extrafamiliares son todavía importantes. Finalmente, hacia la última etapa de la vida, el anciano se relaciona fundamentalmente con su grupo familiar.
El diálogo es un elemento fundamental en las relaciones interpersonales, cuando es auténtico, abierto y sincero nos lleva a la comunicación.

Cuando en una familia hay comunicación se crea un ambiente positivo, libre de tensiones y sobre todo de afecto y de unión. Los adultos debemos introducir costumbres, valores y formas de comportamiento para crear situaciones constructivas y de crecimiento personal en la familia.

 No hay recetas para establecer un ambiente de comunicación, pero existen pautas lógicas como son la voluntad, el interés y la disponibilidad tanto de padres como de hijos. Las habilidades de la relación interpersonal son una serie de comportamientos que adquiere una persona para interactuar y relacionarse con otros de manera efectiva y satisfactoria.

Violencia. Generalidades.

La violencia como herramienta humana de dominación, poder y control ha existido desde el inicio de la historia como una lacra fundamentada en cuestiones patriarcales, machistas y sexistas.

Desde el punto de vista conceptual, podríamos definirla como la violación de la integridad de la persona , la cual suele ejercerse cuando interviene la fuerza física o la amenaza de su uso, pero también cuando se actúa en una secuencia que causa indefensión en el otro, por lo que este autor la considera un proceso en el que participamos todos y no un simple acto cuyo fin es la afirmación del “dominio” a través del cual busca el “control” de la presencia y las condiciones del estar, así como hacer del otro un medio considerándolo como propio y operando siempre sobre el “estar” del sujeto. (Vidal, 2008).

Es necesario tener claro la diferencia entre tres conceptos claros: abuso, violencia y acoso. La violencia ya la hemos definido pero en el caso del abuso es preciso señalar que se refiere a una situación en la que la víctima es menor o que posee unas capacidades disminuidas o se encuentra en una situación de inferioridad. (Brownw, 2007).

Para entender lo que es el acoso, ciertos autores en un informe sobre este concepto y su prevalencia indican que el acoso moral se entiende mejor desde la metáfora de la prisión psíquica. En concreto, y entre las múltiples explicaciones que describen la metáfora podemos entender a las organizaciones como estructuras patriarcales generalmente asimiladas a los valores masculinos de agresividad y autoritarismo. Cuando estas estructuras son las dominantes en una organización el resultado el miedo y la dependencia de la autoridad, es decir, una situación donde el abuso está permitido y legitimado”. (Esade Martinez, 2003).

Otra definición de la Violencia la expresa como el uso intencional de la fuerza física o el poder contra uno mismo, hacia otra persona, grupos o comunidades y que tiene como consecuencias probables lesiones físicas, daños psicológicos, alteraciones del desarrollo, abandono e incluso la muerte. Incluyendo la intencionalidad de producir daño en la comisión de estos actos. (OMS, 2002).

¿Por qué somos Violentos?

Existen diversas teorías que explican tanto la agresividad como la existencia de conductas violentas, las cuales atribuyen factores etiológicos diferenciales (biológicos, emocionales, cognitivos, ambientales…). Así encontramos estudios basados en:

  •           “Teorías biologicistas”: como los de Halperin (1994) o Wurtman (1995) que explican la agresividad desde las deficiencias genéticas, hormonales y de los neurotransmisores.
  •             Estudios fundamentados en “teorías del condicionamiento” (clásico, operante y social) las cuales justifican el aprendizaje de este tipo de conductas a través de distintas vías (Bandura y Walker, 1963; Berkowitz y Rawlin, 1963; Anderson y Bushman, 2002 y Pahlavan, 2002).
  •            “Teorías psicoanalistas” que explican las pulsaciones agresivas como innatas y parte de la estructura psíquica del hombre (Freud, 1920).
  •      “Teorías de la frustración-agresión” (Dollar et al., 1939; Berkowitz, 1993; Espinosa et al., 2003 y Naouri, 2005).
  •          Teorías como la de las “habilidades sociales” que explicaban por la existencia de un déficit de las competencias o señales sociales apropiadas (Slee, 1993; Sutton y Smith, 1999).
  •      “Teorías miméticas” según las cuales las relaciones humanas son conflictivas y violentas a causa del deseo (Barahona, 2006 y Rojas Marcos, 1995).
  •                “Teorías contextuales o ecológicas” (Díaz-Aguado, 2004 y Bronfenbrenner, 1979).
  •    “Teorías sociológicas” las cuales atribuyen este tipo de conductas a variables ambientales y del contexto social (Ovejero, 1997).

En esta instancia, podríamos entonces expresar que, la violencia es la peor cara de la especie humana porque es contraria al sentido de la vida, es responsable de marginaciones, dolor, sufrimiento, e incluso muerte. Es una degradación que procede de la propia especie humana, y por esta razón es tan difícil discriminarla, porque está estrechamente ligada a las condiciones de nuestra existencia.

Violencia de Género.


La violencia de género en nuestro país es un secreto a voces que se convierte en el día a día de muchas familias Venezolanas, muchos son los factores que se combinan para que esto se produzca, una niñez llena de violencia, una situación económica decadente, o simplemente falta de educación. Estos, y muchos más son los factores más comunes que se mezclan para crear la violencia de género en las familias venezolanas. 

        Venezuela no escapa, a la magnitud del problema en torno a la Violencia hacia la Mujer en relación al resto del mundo.


Antes de irnos al ámbito del Derecho, las Estadísticas, las Leyes, Pactos, Tratados y Convenios Nacionales e Internacionales, es menester aludir a la cotidianeidad para ejemplificar en lenguaje sencillo, lo que acontece en la gran mayoría de los hogares venezolanos, sin distingos de clases ni status  sociales, o nivel cultural.  La violencia familiar que es un monstruo que no discrimina ni raza, ni religión, ni "Sexo", ni posición social o económica; así pues se puede dar cuenta las grandes barbaridades y casos de hechos de violencia que quedan impunes al castigo de la ley porque simplemente son denunciados ante la jefatura policial más cercana las que no hacen nada para evitar dicho atropello.

       Las parejas, ya sean por uniones de hecho o de derecho siempre tienen sus diferencias de criterios, opiniones y a veces hasta de forma de proceder. En general, el ser humano, siempre objeta la posición, criterio o punto de vista del semejante. El correcto proceder dictamina normas de comportamiento sobre las cuales emerge el concepto de “ser un ser civilizado que convive armoniosamente en sociedad”.  

       Por el hecho de ser un ser gregario y vivir en sociedad, el hombre para dirimir las relaciones humanas, ha creado las normas, de manera que exista una sana y armoniosa vida social. 

          La violencia de género volvió  a la palestra luego de que Luisa Ortega, Fiscal General de la República, reconociera que este año han aumentado “muchísimo” los asesinatos de mujeres en el país por motivo de género. Solo en el primer semestre de 2016 se han registrado, según sus estadísticas, 75 feminicidios en Venezuela, es decir, un aumento considerable en comparación  con las 57 muertes que según el Ministerio Público, se registraron para el mismo periodo de 2015.

        Las cifras ofrecidas por la Fiscal General de la República durante una entrevista en Noticiero Venevisión, reveló que la Fiscalía ha acusado este año a 3.932 hombres por delitos relacionados con violencia de género y ha imputado (procedimiento previo) a 6.646 por esos delitos, que incluyen el maltrato físico y psicológico.

        En un acto de sensatez, la fiscal dijo que el aumento de estos índices representa un problema de Estado y que en 2015, un total de 121 mujeres fueron asesinadas por razones de género mientras que otras 132 fueron víctimas de intento de homicidio.

Para Ruth Rodríguez, presidenta de la ONG Gran Alianza Mujeres de Aragua (GAMA), aseguró que la cifra de feminicidios presentada por el Ministerio Público, no se corresponden con la realidad. Aseguró que en el país las estadísticas hasta ahora deben ubicarse en unos 200 casos de asesinatos de mujeres por razones de género. Ahora bien, atenuando algunos entre cientos de casos en todo el país, podríamos observar las siguientes noticias: 

Noticias de Referencia

           1- Noticia
http://www.eluniversal.com/noticias/sucesos/cicpc-esclarece-asesinato-mujer-parroquia-sucre_626344

2- Noticia
http://www.el-nacional.com/sucesos/Bebe-meses-murio-hambre-maltratos_0_916108397.html

3- Noticia
http://www.el-nacional.com/sucesos/Privados-libertad-padrastro-muerte-Anzoategui_0_880711965.html

4- Noticia
http://www.el-nacional.com/bbc_mundo/aranazos-bofetadas-confesiones-maltratados-parejas_0_888511149.html

5- Noticia
http://www.laverdad.com/sucesos/108612-le-desfiguran-el-rostro-con-una-piedra.html

Violación Sexual.

El problema del abuso sexual en Venezuela al igual que en muchos otros países, ha estado signado por un manto de indiferencia social que se evidencia, desde la acción del Estado, fundamentalmente, por la carencia de registros confiables, por la insuficiencia de servicios que presten una atención especializada y de calidad y además, por la poca coordinación entre los sistemas públicos de salud y justicia. Por su parte, desde la sociedad en general, ese desinterés se demuestra con el mantenimiento de una actitud que minimiza estos hechos, caracterizada por el no hablar sobre la violencia sexual, el desconocer su magnitud o por la no denuncia de estas situaciones.

     La violencia sexual actualmente representa un problema de salud pública y una violación de los derechos humanos, pues tiene un gran impacto en la integridad física y psicosocial de las víctimas, con graves repercusiones para la salud de las mismas, tales como: importantes trastornos mentales, embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual, entre otras.

       La violencia sexual puede ser comparada con un gran témpano de hielo en medio del océano, donde la punta que se encuentra a simple vista, representa los casos que son reportados en las instituciones encargadas de los mismos y en los cuales están basadas las estadísticas. La base de dicho iceberg, sumergida en la profundidad y, de un tamaño mucho mayor, equivale a todas las víctimas de esta problemática que, en silencio se consumen en la sociedad.

       La violencia sexual y específicamente el delito de violación, no es un hecho que suceda por casualidad y de vez en cuando, es un acto de sometimiento a partir del poder que otorga, en este caso, el sexo, en forma violenta en las relaciones intergenéricas y generacionales, ocurriendo en la mayoría de los casos, contra las mujeres y niñas/os, siendo estimulado, históricamente, por la cultura e invisibilizado por la misma.

        Debido a la preocupación que esta realidad genera en todos los escenarios de la sociedad, tanto internacional como nacional, surge la necesidad de realizar la presente investigación, siendo justificado este tema en estudio, tanto por su alta frecuencia (mucho mayor que la registrada) como por las consecuencias devastadoras, a corto y a largo plazo, que ocasiona en la vida sexual, afectiva, emocional de las víctimas. La violencia sexual reduce el poder personal y grupal en función de habilidades, capacidades, necesidades e intereses, impactando negativamente en la capacidad de las víctimas para evaluar sus opciones de vida y sus posibilidades de elegir, así como en la capacidad de tener control y poder sobre su propia vida y sus recursos.

        Esta línea de investigación se inscribe como uno de los debates prioritarios de la agenda, nacional e internacional, sobre la salud sexual y los derechos reproductivos de las mujeres.

           Venezuela ha firmado convenios internacionales vinculados con los derechos de las mujeres, entre ellos, podemos mencionar:
• Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (1979)
• Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer (1993).
• Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo Naciones Unidas (1994).
• Convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer. Convención de Belem do Pará (1994).
• IV conferencia regional sobre la integración de la mujer en el desarrollo económico y social de América Latina y el Caribe (1994).
• IV conferencia mundial sobre la mujer. Beijing (1995).
• Mujer 2000: equidad de géneros, desarrollo y paz para el siglo XXI.

     Dentro de los acuerdos nacionales que se han materializado para dar cumplimiento a los compromisos asumidos por el Estado Venezolano, encontramos:
• La ley de igualdad de oportunidades para la mujer (1993).
• La resolución 1762 del Ministerio de Educación (1996).
• La ley orgánica de protección integral del niño y el adolescente (1998).
• La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999).
• El anteproyecto de ley orgánica de salud (2002).
• Norma oficial para la atención integral de la salud sexual y reproductiva (2003).
• Ley orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia (2007).

Entre los múltiples casos de Violación Sexual encontrados en Venezuela, podríamos citar los siguientes:

Noticias de referencia

1- Noticia

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3- Noticia

4- Noticia